Continuamos en este segundo posteo con las enseñanzas de Steve Jobs para liderar equipos de trabajar y conseguir resultados extraordinarios.
Lección 5: Pensar en los productos, antes que en los beneficios
Cuando Jobs diseñó el primer Macintosh junto a un pequeño equipo a principios de los años 80, su determinación era lograr algo absurdamente genial. Le pidió al jefe del equipo que no se preocupen por el precio y que no se conformen a la hora de especificar las capacidades de la nueva computadora. Finalmente, la máquina resultante era demasiado cara y acabo costándole a Jobs la destitución de Apple, pero el Macintosh logró acelerar la revolución informática.
Cuando Jobs regresó, volvió a centrarse en productos realmente innovadores sin importar el costo, creando el iMac, el iPod, el iPhone, el iPad, entre otros.
“Mi pasión siempre fue construir una empresa duradera en la que la gente se sintiera motivada para crear grandes productos. Todo lo demás era secundario. Por supuesto, era fantástico obtener beneficios, porque eso es lo que te permite crear grandes productos. Pero la motivación eran los productos, no los beneficios. Sculley (CEO de Apple entre 1983 y 1993) alteró esas prioridades y convirtió el dinero en la meta. Es una diferencia sutil, pero acaba por afectar a todos los campos: la gente a la que contratas, quién asciende y qué se discute en las reuniones”.
Steve Jobs
Lección 6: No dejes que los focus group te esclavicen
Preocuparse por lo que los clientes quieren es muy diferente de preguntarles constantemente qué es lo que desean. En lugar de basarse en los estudios de mercado, Jobs afilaba su particular versión de la empatía: una intuición íntima acerca de los deseos de sus clientes.
Steve Jobs creaba los productos que él y sus amigos querrían; y cuando se está fabricando algo para uno mismo o para un mejor amigo o familiar, uno no se conforma con cualquier producto.
“La gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñas”
Steve Jobs
Lección 7: Distorsiona la realidad
La famosa capacidad de Jobs para forzar a los demás a lograr lo imposible fue bautizada por sus compañeros como su campo de distorsión de la realidad. Los que trabajaron con él reconocen que aquel rasgo, por exasperante que pudiera ser, les permitió alcanzar metas extraordinarias.
Un día, Jobs se quejó con un ingeniero porque el sistema operativo que estaban desarrollando para Macintosh tardaba demasiado en arrancar. El ingeniero le explicó por qué era imposible reducir el tiempo de espera a lo que Jobs le pregunto: “Si con esto pudieras salvarle la vida a una persona, ¿encontrarías la forma de reducir 10 segundos el tiempo de arranque?”. El ingeniero reconoció que posiblemente podría, por lo que Jobs le mostró que si había 5 millones de personas usando el Mac cada día, y éste tardaba 10 segundos de más en encenderse, esto sumaba unos 300 millones de horas anuales que la gente podría ahorrarse, lo que equivalía a salvar 100 vidas al año. Unas semanas más tarde, el ingeniero había conseguido que la máquina arrancara 28 segundos más rápido.
“Si que podes hacerlo. Hacete la idea. Podes hacerlo.”
Steve Jobs
Lección 8: Transmite
Jobs sabía que la gente se forma una opinión sobre una empresa o un producto basándose en cómo está presentado y empaquetado. Jobs dedicó mucho tiempo a diseñar y rediseñar las cajas, parecidas a joyeros, en las que reposan el iPod y el iPhone. Él creía que desempaquetar un producto es un ritual que relata una historia, como el teatro, y que anticipa sus virtudes.
Steve Jobs utilizaba el diseño en sus productos para “transmitir” una señal más que el motivo meramente funcional. Quería que cuando sus clientes abran la caja de un iPhone, la experiencia táctil condicione la forma en la que se percibe el dispositivo.
“La gente si juzga el libro por su portada”
Steve Jobs
Lección 9: Exige la perfección
Durante el desarrollo de casi todos los productos que llegó a crear, había un momento en el que Jobs regresaba a la mesa de diseño porque sentía que el resultado todavía no era perfecto. Esto ocurrió con todos sus grandes proyectos, desde el sistema operativo de la Macintosh, la película de Toy Story, el lanzamiento del iPhone, la inauguración de las tiendas de Apple, entre otros.
Su perfeccionismo también afectaba incluso a las partes que no se veían. Creía que el sello del artista era precisamente esa pasión por la perfección, por lo que en una ocasión hizo que los ingenieros recolocaran los chips para alinearlos y lograr así que la placa tuviera mejor aspecto, aunque el dispositivo iba a estar completamente sellado. Una vez rediseñada la placa, Jobs hizo que los ingenieros y otros miembros del equipo firmaran con su nombre para que quedase grabado en el interior de la placa.
“Chicos, sé que se estuvieron matando en este diseño durante los últimos 9 meses, pero vamos a modificarlo. Todos vamos a tener que trabajar por las noches y durante los fines de semana, y si quieren, podemos repartir pistolas para que puedan matarnos.”
Steve Jobs
Terminamos con la segunda parte de las lecciones de Steve Jobs sobre liderazgo empresarial.
Personalmente me encanta la historia de Jobs con el ingeniero en sistemas, donde lo convence y lo inspira para ir hasta el límite y conseguir lo que se creía imposible. Creo que esta es una de las más grandes cualidades que puede tener un líder, y una de las más difíciles de desarrollar.
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