Quienes me conocen saben que no soy un fanático de la moda ni mucho menos. Este post no trata sobre eso, sino sobre la vida de un emprendedor.
Veo un gran valor en aprender sobre las vidas de los empresarios exitosos que tuvo la historia y elijo este por la simple razón que es el que tengo más cerca hoy en día.
Actualmente estoy viviendo en La Coruña, España; ciudad bellísima por su arquitectura, su gente y su comida. En La Coruña viven cientos de diseñadores, estilistas, modelos y empresas relacionadas con la moda, ya que es allí donde están los Headquarters de Inditex. Para los que no saben, Inditex es el grupo textil más grande del mundo, teniendo como marca más importante ZARA.
Los inicios y el secreto innovador de ZARA
Amancio Ortega abrió el primer local de ZARA en 1975 en el centro de La Coruña presentando ropa de gran calidad con diseños populares de la época, pero a bajo precio. Su diferenciación en precio, sin bajar la calidad, supuso un éxito inesperado, y ZARA comenzó a expandirse por toda España.
En los 80s, Amancio innovó en el proceso de fabricación y distribución con el objetivo de reducir los plazos de entregar y ser el primero en ofrecer las últimas tendencias. A esto se lo llamó fast fashion o moda instantánea, un concepto que suponía cambiar las colecciones de ZARA cada semana en lugar de cada tres meses como lo hacía usualmente su competencia.
Con esta innovación ZARA transformó el mundo de la moda por varios motivos. Se creó una dinámica de consumo que se caracteriza por una alta rotación en la medida que la marca además de fabricar prendas de moda y a bajo costo, elabora pocos modelos de cada colección que en el caso que se agoten el consumidor puede no volverlos a ver sino hasta dentro de mucho tiempo (en el evento que eso ocurra). Por tanto, si bien Zara lleva impreso el concepto de moda a bajo costo, también tiene un cierto aire de exclusividad que la hace muy valiosa para sus clientes.
De ZARA al grupo Textil Inditex
Una vez ZARA fue ganando popularidad, Amancio creo el grupo textil Inditex, que hoy en día tiene otras marcas como Massimo Dutti, Pull&Bear, Bershka, Oysho, Uterqüe y Stradivarius, entre otras. Más de 7.000 tiendas en el mundo y más de 140.000 empleados. Con cada marca vende un estilo de vida diferente, y apunta a un cliente objetivo distinto, acaparando gran parte del mercado de la moda.
Más allá de los conflictos de plagio, trabajo infantil y elusión fiscal, por lo que se denuncia a su empresa, quería hacer un repaso a la vida de un hombre que logró ser hace unos meses el hombre más rico del mundo, y comenzó con muy poco dinero, abriendo una pequeña tienda en La Coruña, y formó una marca basandose en una idea revolucionaria.
Hoy en día le sigue sumando a su negocio innovación y tecnología con la inclusión de la tecnología RFID, que es un chip que permite a la empresa hacer un inventario muy rápido mediante la detección de señales de radio de las etiquetas RFID de cada prenda. Cabe destacar que este tipo de tecnología es costosa y muy innovadora, ya que suplanta a las viejas costumbres de realizar el inventario de manera física. De esta manera se invierte un poco más en tecnología, pero al final se economiza en la contratación de empleados autorizados para que realicen el conteo físico del inventario cada cierto tiempo.
Los invito a leer su biografía “Así es Amancio Ortega, el hombre que creó Zara”, y a entender que la diferencia entre el dueño de una tienda de ropa y el hombre más rico del mundo está en la pasión, la perseverancia y mantenerse con un espíritu fresco y abierto a la innovación.
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