Hace unos días nos enteramos de la renuncia de Marcos Galperín como presidente y CEO de Mercado Libre Argentina, aunque seguirá al frente de la empresa a nivel regional.
Las denuncias que tuvo por posible acceso a información privilegiada pudieron haber sido factor de su salida y su radicación en Uruguay.
Mi reflexión es que, más allá de estos conflictos que el fundador de Mercado Libre pueda tener, es una pésima noticia que el creador de la empresa más valiosa del país en la actualidad deba volver a emigrar.
Creo que, en este mundo moderno, la figura del emprendedor empresario es la única capaz que generar trabajo y riqueza en un país. Y ya no me refiero a un gigante como Mercado Libre, sino los cientos de inversores y emprendedores que hoy corren el riesgo de crear nuevas empresas y por lo tanto nuevos puestos de trabajo en el país. Me preocupa pensar en qué decisión tomarán los cientos de dueños de pymes, y si emigrarán, si las condiciones que se presentan no les son favorables para hacer negocios en el país.
Esta noticia me generó la curiosidad de investigar los motivos por los que miles de CEOs y fundadores deciden dejar sus puestos ejecutivos en sus propias empresas, algo que es cada vez más frecuente.
Renunciar, ¿está bien o está mal?
Nos enseñaron desde chicos que renunciar está mal, y admiramos a esos emprendedores obstinados que se niegan a rendirse. Es por eso que es raro hablar de los momentos en los que se detecta que algo no funciona como debería en el emprendimiento y el fundador tiene que tomar la difícil decisión de dar un paso al costado.
Repaso 5 situaciones por las que podría un fundador / CEO considerar dar un paso al costado:
1. Cuando la empresa no muestra signos de crecimiento en el futuro
Hay cientos de ideas y nuevas empresas que fracasaron por falta de timing o decisiones estratégicas erradas. Toda experiencia debe vivirse como un aprendizaje, y tomar ese nuevo conocimiento para la próxima gran oportunidad.
En el ecosistema emprendedor, es muy valorado por inversores el haber cometido errores en antiguos proyectos y saber asumirlos a tiempo. Demuestra fortaleza, resiliencia e inteligencia emocional al momento de volver a asumir nuevos desafíos.
Si como fundador llega el momento que sos consciente de las limitaciones que tendrá tu emprendimiento en el futuro, es probable que la mejor decisión sea aceptar la realidad y dar un paso al costado, ya sea cerrando la empresa definitivamente o cediéndole el mando de dirección a otro fundador que se crea capacitado y con las herramientas para remontar la situación.
Ser honesto con uno mismo y las limitaciones es la clave.
2. Cuando tu gente de confianza te aconseja
Todos vivimos o conocemos la historia de alguien que tuvo una gran idea de un nuevo producto, y se pasó meses desarrollando la idea, un plan de marketing y objetivos de ingresos.
Cuando llega el momento de mostrarlo y buscar una segunda opinión entre sus familiares y amigos, la devolución es condenatoria. Toda la gente en quien uno confía cree que la idea es inviable o poco atractiva. Todos recomiendan tomar la decisión más sensata y abandonar el proyecto aún antes de empezar.
Está claro que no recomiendo dejarse llevar siempre por las opiniones de los demás. A veces nuestros consejeros no tienen la capacidad de ver algo que nosotros estamos viendo claramente. Pero si uno busca una segunda opinión al presentar el negocio a personas que uno elige como su gente de confianza es un sabio consejo escucharlos y tomar sus valoraciones.
No encerrarse solamente con el punto de vista de uno y tomar segundas opiniones es la clave.
3. Cuando es por el bien de la empresa
Existen muchos casos en los que un CEO / fundador decide desvincularse de sus tareas ejecutivas de la compañía por algún conflicto de público conocimiento que haya tenido.
En estos casos el deseo de no manchar la imagen corporativa es el motivo fundamental de la renuncia del CEO / fundador, definitivamente o hasta que se aclare su situación personal.
Pensar en el beneficio de la empresa, por sobre el individual es la clave.
4. Cuando sientas que no estás aprovechando tu potencial al máximo
No todos los fundadores de empresas tienen las capacidades necesarias para llevar adelante su propia compañía en un proceso de expansión.
Es posible que tengan habilidades únicas, gracias a las cuales pudieron lograr fundar el emprendimiento. Aunque sea tentador tomar el rol de líder, no siempre es la mejor decisión hacerlo dejando de lado esas habilidades únicas con las que puede generarle el mayor valor posible a la empresa.
La decisión de contratar a un CEO externo es una de las más difíciles para los fundadores, pero usualmente es un paso importante para la profesionalización de la empresa y la mejor de la estructura de tomas de decisiones.
No creer que uno es el único que entiende y puede manejar el negocio, y que no existe nadie mejor. Ser humilde es la clave.
5. Cuando el proyecto ya no es desafiante
No todos los emprendedores crean empresas para manejarlas y liderarlas. Hay buenos emprendedores líderes de empresas y buenos emprendedores fundadores.
Si sos de los segundos, te entusiasma más los primeros años de la formación de una idea y hacerla realidad, que ser parte del crecimiento y su consolidación como corporación.
Esto no significa que seas ni mejor ni peor emprendedor, pero si es importante detectar la forma de trabajar que te mantiene más activo.
Ser realista con lo que realmente uno desea y no dejarse influir por el que dirán es la clave.
Entonces .. ¿en qué quedamos?
Abandonar con demasiada frecuencia tiene mala reputación. La gente piensa que abandonar o renunciar significa fracasar, pero creo que se necesita un cierto coraje para hacerlo.
Tu mayor crecimiento está por delante. No siempre es fácil tomar la decisión de dar un paso al costado y abandonar, pero te debes a vos mismo la posibilidad de tomar esa decisión difícil.
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