Hace años que estoy fascinado con el surgimiento de empresas que cambian por completo nuestra vida en cuestión de meses. Uno o dos “locos” tienen una idea mientras están tomando una cerveza, y en menos de un año ya todos estamos hablando de eso, gracias a la globalización y el uso de la tecnología.
Hoy dedico este post a hablar de las startups y su potencial, tanto para emprendedores e inversores, como para sus usuarios.
Las Startups – Empresas Innovadoras
Primero comencemos con una definición sencilla de este término. Startup significa arranque, puesta en marcha, poner en funcionamiento. Como podríamos encender un auto, o una máquina, en los emprendimientos nos referimos entonces a las empresas que comienzan, emergentes, prácticamente nuevas o incluso en construcción.
Pero en este punto es importante hacer una aclaración. ¿Cuál es la diferencia entre una startups y una pyme que está en su primer año? ¿Por qué una panadería, un kiosco o un local de ropa, son emprendimientos pero no startups? Para explicar esto, tenemos que hablar de las características propias de una startups.
Modelo de Negocio de las Startups
Por lo general las startups presentan modelos de negocio escalables. Un negocio escalable significa que puede generar ingresos / ventas exponenciales sin tener que afrontar incrementos proporcionales en sus costos.
Cuando una startup aumenta sus ingresos – vende más – , esto no se traduce en mayores costos variables ( como son los costos de producción, de compra de materiales o de personal, dependiendo el bien o servicio que se esté ofreciendo)
Imaginemos que sos un emprendedor que fabrica muebles. Gracias a tus habilidades como vendedor y la calidad de tu producto, comenzás el año vendiendo 2 muebles al mes y terminás el año vendiendo 20 muebles al mes. Estas son buenas noticias, pero la realidad es que ahora vas a tener que fabricar 20 muebles, asumir los costos de materia prima y producción de 20 muebles, probablemente contratar personal para fabricar 20 muebles al mes, etc. Por las técnicas de economía de escala que aprendimos gracias a Henry Ford, sabemos que cuanto más produzcamos, más margen podemos lograr (menos nos sale cada unidad de un producto fabricado); ¿pero y si pudiéramos fabricar sólo una vez, sólo un mueble y venderlo infinitas veces?
Ahora imagínate que fabricás un mueble sólo una vez y lo vendés todas las veces que quieras sin tener que costear la producción de cada mueble vendido. Eso es escalable. Todas las ventas que hagan van a ser ganancias limpias por el trabajo que realizaste una sola vez.
Startups como centro en la tecnología
Está claro que este tipo de modelo no es posible aplicarlo a cualquier producto o servicio que se ofrezca. Usualmente un negocio donde se ofrece un producto que se tiene que fabricar, no puede ser escalable, pero una APP (aplicación de teléfono) o un servicio por internet si lo puede ser.
Los fundadores de la startup utilizan la tecnología e innovan, para llevarle al cliente una solución a un problema existente que tienen. Una de las grandes claves que tienen las startups en general, es que no se centran en el producto o servicio, sino en el problema que quieren resolver. Un pensamiento focalizado en solucionarle un problema a las personas, marca la diferencia.
Lean Startup – Comenzar barato y rápido
Como les conté, las startups suelen nacer de una idea creativa, pero toda idea necesita de recursos económicos mínimos para llevarse a cabo. Los fundadores intentan que sus costos de desarrollo sean muy bajos, aunque a largo plazo necesitan inversiones.
La primera misión de la startup es construir lo que se conoce como un MVP: producto mínimo viable, por sus siglas en inglés. Los fundadores deben construir una versión básica de su producto o servicio, para testearlo en el mercado y ver si tiene el potencial para convertirse en un negocio. A esta filosofía se la conoce como Lean Startup.
Una vez están seguros de que existe el interés necesario en la comunidad en el producto o servicio que están desarrollando, el segundo paso es optimizar el MVP. Para eso, en la mayoría de los casos es necesario que los fundadores busquen inversión fuera de la empresa.
Estas inversiones no se consiguen de formas tradicionales como préstamos bancarios, dado que darle dinero a una empresa nueva es sumamente arriesgado. Los fundadores de la startup suelen buscar inversores particulares o empresas que aporten dinero a cambio de cierto porcentaje de la empresa.
¿Cuándo una startup deja de serlo?
Para finalizar, existe un gran debate aún abierto en torno a cuándo una empresa deja de ser una startup. Algunos ejemplos de grandes empresas que comenzaron siéndolo son Google, Twitter, Facebook, MercadoLibre o Despegar.com, entre muchas otras.
No hay conclusiones todavía, yo personalmente creo que una startup deja de serlo en el momento en el que la empresa se consolida y funciona autónomamente. Este es el punto donde la startup deja de ser susceptible de ser comprada por otra superior.
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